Las necesidades de tu cuerpo

Por supervivencia, los Seres Humanos hemos desarrollado una serie de conocimientos prácticos y teóricos que nos han hecho conocer las necesidades básicas de nuestro cuerpo. Por ejemplo, sabemos que debemos ingerir comida para poder tener energía, que necesitamos dormir para regenerar el organismo y hasta hace un tiempo, era necesario mantener relaciones sexuales para reproducirnos como especie. Ahora bien, nuestro día a día es tan complejo y arrollador que asumimos las necesidades de nuestro cuerpo como un hábito.

Funcionamos en piloto automático

Piénsalo, normalmente te acuestas y levantas a una hora en concreto, comes en determinadas horas del día y muchas veces son los mismos alimentos. Vas al gimnasio con una rutina pautada de ejercicio y te permites descansar sólo el domingo por la tarde. Todo esto en piloto automático, sin escuchar realmente a las necesidades de tu cuerpo. 

Es normal funcionar en ese piloto automático, pues organizamos nuestro día a día a través de horarios estrictos vinculados normalmente al ámbito laboral o al cuidado de infantes o personas con dependencia. 

Por ello, supone un esfuerzo escuchar y atender a las necesidades de nuestro cuerpo. Una de los ejercicios que suelo trabajar en Terapia con las personas a las que acompaño es que en algunos momentos del día, paren, se dediquen unos segundos y haciendo un escáner corporal se pregunten qué necesidades tiene su cuerpo. 

Las necesidades de tu cuerpo

Normalmente, la pregunta que se hacen es la siguiente: «Querido cuerpo, ¿Qué necesitas para hacer tu trabajo?» y evalúan durante unos segundos el grado de descanso, el tipo de alimentos, las horas de sueño o la necesidad de movimiento que tiene su cuerpo para el resto del día. De hecho, en terapia de psiconutrición es muy común realizar esta práctica enfocándonos a cada una de las células del organismo, atendiendo el Hambre Celular del cual habla la Doctora Jan Chozen Bays en Comer Atentos (libro muy recomendable).

No es una tarea sencilla, requiere ir aprendiendo poco a poco a escuchar y atender las necesidades corporales. Pero como Humanos, tenemos esa capacidad. Sólo tenemos que volver a sintonizar la frecuencia de onda de nuestras necesidades. Tomar consciencia de ellas. Y desconectar el piloto automático y las normas externas de la Cultura de la Dieta o de la Industria de la Belleza que nos dictan lo que tenemos que comer y el ejercicio que debemos realizar (entre otras muchas cosas)

La diferencia entre voluntad y fuerza de voluntad

Pero, ¿vale la pena? Sí, rotundamente sí. El resultado suele ser un aumento del autoestima y del propio autoconocimiento. Además, verás que atenderte y cuidar de ti no resulta ya tan forzoso y que perdura. Y es que esa es la clave: Desconectar el piloto automático para conectar contigo te permitirá funcionar con voluntad (y no con fuerza de voluntad), porque la voluntad es intención, es actuar desde el respeto y el amor hacia uno mism@. La fuerza de voluntad, además de no perdurar nunca en el tiempo, sólo nos genera frustración, culpa y enfado con lo más preciado de este mundo: Nosotr@s mism@s.

 

Auto-cosificación: Autoestima y TCA

La «auto-cosificación» tiene influencia sobre nuestro autoestima y sobre nuestras competencias lógicas, analíticas y matemáticas ¿Cómo te quedas? Te lo explico a través de un estudio realizado en 1998 y conocido como «That Swimsuit Becomes You«, en español: «Este traje de baño se convierte en ti». Y es que la Auto-cosificación es un concepto clave para mejorar nuestro autoestima y prevenir los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).

Estamos desgraciadamente familiarizas con el término «cosificación» pero no tanto con la noción de «auto-cosificación» aunque siento con bastante seguridad que es algo extremadamente común, sobre todo con las personas que se encuentran en una batalla contra su imagen corporal.

¿Qué es la Auto-cosificación?

La auto-cosificación es adoptar la perspectiva de observarse externamente y considerarse como una cosa, un cuerpo al que las demás personas miran y evalúan.

Es algo que veo en casi todas las personas a las que acompaño en el Plan Cuerpositívate y es un aspecto que no dejo nunca sin trabajar. En muchas ocasiones es casi inconsciente, como una idea subyacente a todo, un modo de ver y relacionarnos con nuestro cuerpo que nos hace imposible tener una buena relación con él.

Cuando ves a tu propio cuerpo como un objeto puedes tener la «falsa ilusión» de creer que lo puedes controlar. También es más fácil caer en la comparación con otros cuerpos que cumplen con el estereotipo impulsado por la industria de la belleza.

Además se produce un fenómeno que también veo de manera bastante habitual: Si nos damos el valor como persona a través de cómo creemos que los demás ven nuestro cuerpo, y nosotr@s creemos que nuestro cuerpo no se ve bien a ojos de las demás personas… será imposible no darnos un valor bajo como persona.

Auto-cosificación y Autoestima

A pesar de que mi práctica profesional me hace decir todo lo anterior con total seguridad de no estar engañándote, también me respaldo en la evidencia científica.

Y lo hago a través de un estudio llamado «That Swimsuit Becomes You» (Fredrickson, Roberts, Noll, Quinn y Twenge, 1998). En este estudio, los investigadores reunieron a un grupo de hombres y mujeres y los dividieron en dos muestras:

  • Una muestra se vestiría con una confortable sudadera
  • La otra muestra se vestiría con un revelador traje de baño

El objetivo era inducir mayor auto-cosificación a la muestra vestida con el traje de baño pero no en la muestra de la sudadera. Posteriormente, los investigadores realizaron las mismas preguntas  a cada uno de los individuos de ambos grupos con tal de discernir si era así. Y fue claro: Las personas vestidas con el traje de baño tenían un mayor nivel de vergüenza corporal y menor autoestima. Así, pudieron deducir que efectivamente, focalizarnos en nuestro cuerpo y en cómo éste es visto por los demás, nos hace tener un menor autoestima. 

Algo muy interesante es que se demostró que, por lo general, las mujeres nos vemos más influidas por la auto-cosficación que los hombres, disminuyendo en mayor medida nuestro autoestima.

¿Quiere saber por qué? Te explico algunos de los factores que influyen en un post que escribí sobre qué vemos cuando nos miramos al espejo

La auto-cosificación nos hace tener una mala relación con la comida y aumenta el riesgo de TCA

Sí, los investigadores observaron una correlación entre el puntuar con un mayor nivel de auto-cosificación, menor autoestima corporal y llevar una dieta muy restrictiva que podría evolucionar hacia un Trastorno de la Conducta Alimentaria. Por ello, la auto-cosificación es clave para mejorar nuestro autoestima y prevenir los TCA.

La auto-cosificación consume recursos mentales

¿Creías que sólo afectaría a la autoestima? ¡Ja! Esto es mucho más grande. Además, expusieron a los sujetos experimentales a pruebas y problemas matemáticos.

Y los resultados fueron muy llamativos: Cosificar nuestro cuerpo disminuye el rendimiento cognitivo… Voy a volver a decirlo…Centrarnos únicamente en el aspecto físico del cuerpo, nos hace obtener peores resultados en actividades de lógica y razonamiento. Básicamente, nos hace mucho más difícil poder aportar, desarrollarnos y crecer en este mundo. Pero sólo en el caso de las mujeres. En el grupo de hombres no se vieron diferencias estadísticamente significativas entre la muestra de la sudadera y la muestra del bañador.

¿Qué ha pasado desde 1998?

Lo que ha ocurrido es que este estudio ha sido replicado en multitud de ocasiones bajo el título «That swimsuit becomes all of us» (Este traje de baño se convierte en tod@s nosotr@s). Estudiando los resultados con una muestra más heterogénea (incluyendo todo tipo de nacionalidades, orientaciones sexuales, géneros, etc).

Y los resultados han sido siempre los mismos: La auto-cosificación lleva a una mayor insatisfacción corporal, se relaciona con una alimentación trastornada y consume recursos mentales tales como la atención, la memoria, el razonamiento y la lógica.

¿Y tú?

¿Te sientes identificad@? Quizás no te sientas bien en este momento con tu cuerpo pero esto no tiene por qué ser para siempre. No se trata de renunciar a vernos mejor físicamente, se trata de aprender a querer a nuestro cuerpo para decidir si queremos cambiarlo o no. Si quieres más información de cómo trabajo en terapia la autoestima corporal te invito a que leas sobre el Plan Cuerpositívate.

Y si quieres consultar cualquier cuestión antes de decidirte a empezar a cuidar de la relación con tu cuerpo puedes reservar una Sesión Online Gratuita conmigo. 


Auto-cosificación: Autoestima y TCA
 

 

Quererse a un@ mism@ es una auténtica revolución

Quererse a un@ mism@ es una auténtica revolución por dos motivos:

  • Porque puede ser algo difícil de conseguir para algunas personas
  • Porque al hacerlo, la manera de entender y de relacionarnos con el mundo cambia del todo.

Los 2 enemigos de la autoestima

La autoestima tiene dos grandes enemigos: La comparación y la competitividad. Y nunca habíamos vivido una exposición tan permanente a ambas.

El número de likes y followers, es un claro ejemplo. Muchas personas están basando su autoestima en ello. Con un más que demostrado impacto en la felicidad de las personas, cada like activa el sistema de recompensa de nuestro cerebro. Nos sentimos admirados, queridos, apreciados e incluso envidiados, por los demás (competencia y comparación, ¿recuerdas?).

También vivimos un bombardeo por parte de muchas industrias, marcas y empresas que nos «venden» autoestima, a cambio de dinero. Pero creeme, la autoestima no se compra.

Se publicitan muchas veces exponiendo aquéllo que es comúnmente deseado junto al producto a comercializar. Como si esa cerveza te fuera a hacer vivir el verano de tu vida o si esa crema reductora fuera a actuar por la noche para dejarte el cuerpo como el de la modelo del anuncio. 

Cuando basamos nuestra autoestima en competir y comparar… la estamos basando en los demás. Estamos cediendo a otras personas algo tan importante como el valor que nos damos a nosotros mismos. 

Quererse a un@ mism@ es una revolución

Es una revolución que empieza desde el interior de uno mismo y se traslada al exterior. CuerPositivaMente quiere ser parte de esta revolución personal y corporal. Te explico por qué. 

Hay muchos motivos para empezar a respetar, aceptar y querer a tu cuerpo. En la cuenta de Instagram de CuerPositivaMente se pueden encontrar algunas razones muy poderosas. Quererse a un@ mism@ es una auténtica revolución porque:

Invertirás todo el esfuerzo que pones en intentar conseguir el cuerpo perfecto en otras cosas que te aporten mayor felicidad.

Dejarás de gastar dinero en productos que no te hacen feliz (y que probablemente no funcionan).

Te atreverás a hacer aquéllo que no has hecho por miedo a mostrar tu cuerpo.

Al quererte más, podrás comunicarte con mayor asertividad y podrás expresarte cuando lo creas oportuno y de la mejor manera.

Al quererte más, podrás dar y recibir más amor. Además, será un amor de calidad y autenticidad.

Le podrás enseñar al mundo quién eres.

¿Te das cuenta de la revolución que supondrá en tu vida?

¿En qué vas a dedicar la energía que antes utilizabas para conseguir el cuerpo perfecto?

¿Cómo vas a invertir el dinero que vas a ahorrar al no comprar productos para modificar tu cuerpo?

¿Qué es lo que tienes muchas ganas de hacer pero que no habías hecho antes por temor a quedar expuesto delante de los demás?

¿Qué y cómo vas a decir lo que nunca antes habías dicho?

¿Qué amor es el que quieres recibir?, ¿Cómo y a aquién vas a dar amor?

¿Cuál es la mejor versión de ti mism@ que quieres mostrar al mundo?

atardecer con mujer con luces en las manos
Quererte está en tus manos