Psiconutrición

¿Somos lo que comemos? No. Somos mucho más.

Por eso, esa dieta que has intentado seguir no ha funcionado. Por eso, has comido chocolate cuando te has sentido triste o has celebrado una buena noticia con una pizza. Emociones y alimentación van de la mano. Aunque esto no siempre ha sido así.

Lo hemos aprendido. Desde pequeños. De hecho, puede que lo hayas aprendido incluso antes de nacer, cuando estabas en el vientre materno. Nos han enseñado a regular nuestras emociones y a sentirnos temporalmente mejor a través de la comida. El problema surje cuando los alimentos se convierten en la única fuente de regulación emocional.

Cuando eso ocurre, podemos desarrollar un malestar físico y emocional. Emocional porque la comida no soluciona aquéllo que nos ha llevado a comer cuando no teníamos hambre (fisiológica). Y físico porque aquéllo que hemos comido (que no suelen ser manzanas, precisamente) si lo repetimos mucho en el tiempo, puede conllevar problemas de salud.

¿Cuándo empezar un proceso de Psiconutrición?

La respuesta es muy clara: Cuando el acto de comer ha dejado de ser un acto de placer en sí mismo para ti. Tanto antes, como durante y, sobre todo, después de haber comido.

En ese caso, seguramente te indentifiques con alguno de los siguientes puntos:

  • Estás intentado adquirir hábitos de vida saludables pero no lo estás consiguiendo.
  • Sientes que pierdes el control de lo que comes, haciéndote sentir mal posteriormente.
  • La comida es algo que te preocupa y no puedes dejar de pensar en ella.
  • Comes sin tener hambre. O, teniendo hambre, no comes lo suficiente para saciarte.

¿Para qué sirve la Psiconutrición?

Con la psiconutrición aprenderás a tener una mejor relación con la comida y adquirirás hábitos más equilibrados, saludables y sostenibles en el tiempo.

También aprenderás a tener una mejor relación contigo misma (Créeme, si no te quieres de verdad, difícilmente tu relación con la alimentación mejorará), regularás tus emociones, comprenderás qué es lo que te lleva a comer, conocerás el impacto de tus sentimientos en lo que comes y distinguirás qué factores psicológicos pueden haber derivado en un desajuste alimentario, si lo hay.

«Entiendo el concepto pero… ya voy a un/a nutricionista»

¡¡¡Perfecto!!! (Te prometo que estoy aplaudiendo en este momento) Es muy útil, interesante y terapéutico compaginar las sesiones de Psiconutrición junto al trabajo de nutrición que estés realizando.

Siempre que tú quieras, y él o ella también, podemos trabajar en equipo para que alcances tus objetivos de una manera más eficaz y, sobre todo, se perpetúen más en el tiempo. Sólo me lo tienes que decir y diseñaremos un plan de trabajo interdisciplinar con el que te sientas a gusto.

¿No tienes nutricionista pero te gustaría que trabajáramos en equipo? No te preocupes. Te ayudaré a encontrar un profesional de la nutrición que se adapte a tus necesidades personales. Sólo me lo tienes que pedir.

¿Cómo son las sesiones de Psiconutrición?

Sobre todo, son sesiones en las que te vas a sentir en total confianza para hablar y expresarte.

cuerpositivamenteLas sesiones tendrán una duración aproximada de 50 a 60 minutos. Lo más habitual es que empecemos a vernos de manera semanal, pero es algo que podemos acordar conjuntamente en relación a tus necesidades y progreso. 

Podrás contactarme siempre que lo necesites por correo, además, mediante esta vía también te facilitaré material como ejercicios o lecturas para que puedas continuar tu proceso de terapia más allá de la sesión que compartamos juntas.

Te vas a sentir en compañía durante todo tu proceso de terapia, estaré a tu lado hasta que vayas sintiendo que te tienes a ti misma/o para acompañarte en tu propio bienestar.

¡Es el momento de mejorar tu relación con la comida, ponte en contacto conmigo y empezamos!


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