Guía práctica de alimentación consciente: cómo tomar consciencia de lo que comes

En este artículo hablaré sobre la alimentación consciente. Por lo que no, este artículo no trata de enseñarte a tomar consciencia de lo que comes para comer solo lo que “deberías” o para aumentar el control sobre tu ingesta. Todo lo contrario: la idea es soltar el control y aprender a observar tu relación con la comida desde la curiosidad y el respeto hacia ti misma.

El mito del control en la alimentación

Soy firme defensora de que el control solo lleva al descontrol. En la alimentación, hablamos de control cuando seguimos pautas rígidas que limitan lo que podemos o no podemos comer:

  • Intentar cumplir un plan dietético al pie de la letra

  • Contar calorías de manera obsesiva

  • Tener alimentos “prohibidos”

  • Creer que a partir de cierta hora no se puede comer algo

Fíjate en que escribo estas situaciones como planteamientos: en la práctica, el control sostenido es imposible de mantener a largo plazo, y tarde o temprano termina generando desajustes, atracones o sentimientos de culpa.

Yo suelo comparar el control con una cuerda de guitarra: cuanto más la tensas, más riesgo hay de que se rompa. Las dietas estrictas y la restricción suelen provocar que, eventualmente, el cuerpo y la mente busquen compensación: por ejemplo, pasar hambre todo el día y luego comer en exceso en la cena. Hace un tiempo escribí un artículo sobre ello, puedes leerlo aquí.

Cómo soltar el control y empezar a practicar mindful eating

Afortunadamente, la alimentación consciente y la psiconutrición nos enseñan a reconectar con nuestro cuerpo y nuestras emociones. El primer paso es reconocer cuándo estamos actuando desde el control y la rigidez. Después, podemos:

  • Desconectar el piloto automático y centrarnos en el momento presente.

  • Observar sin juicio lo que sentimos, pensamos y hacemos al comer.

Este aprendizaje no solo mejora nuestra relación con la comida, sino que se puede extrapolar a otras áreas de la vida. Eso sí, no es un camino rápido ni fácil: requiere paciencia, curiosidad hacia uno mismo y mucha autocomprensión. Las personas con las que he trabajado en psiconutrición coinciden en que vale la pena para transformar su relación con la alimentación.

Preguntas clave para iniciar la toma de consciencia

Una de las herramientas más potentes para practicar mindful eating es hacerse preguntas y responderlas desde la curiosidad, sin juicios:

  • ¿Tengo hambre?

  • De 0 a 10, ¿cuánta hambre tengo?

  • ¿Dónde siento esa hambre en mi cuerpo?

  • ¿Qué parte de mí tiene hambre?

Durante la comida, también es útil reevaluar tu estado:

  • ¿Sigo teniendo hambre?

  • ¿De 0 a 10, cuánta hambre tengo ahora?

  • ¿Sigo disfrutando este plato?

  • ¿Percibo los distintos sabores, texturas y aromas?

Con estas preguntas puedes descubrir tu nivel real de hambre, elegir los alimentos que realmente quieres y parar de comer cuando tu cuerpo empieza a sentirse saciado.

Si quieres profundizar en tu relación con la comida y aprender a comer de manera consciente, puedes reservar una sesión de psiconutrición conmigo. Estaré encantada de acompañarte en este camino hacia una alimentación consciente y sin juicios.

Si quieres saber más, puedes seguirme en Instagram.

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